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martes, 4 de febrero de 2014

LA PALMA REAL: UN TESTIGO DE ALTURA DE LA BELLEZA DE CUBA





      La conocida y hermosa palma real de Cuba o Roystonea regia, es una especie de palma cuya altura, elegancia y fácil cultivo la ha convertido en una de los árboles utilizados como elemento ornamental más común en el mundo. Es también el más simbólico de los campos de Cuba, donde es reconocido como árbol nacional. El epíteto específico «regia» viene del latín rēgia y significa "real" (del rey).

     La palma real es un árbol de tronco en estipe que suele alcanzar hasta unos 25 metros de altura, aunque en algunos casos puede llegar hasta 40 metros. Su tronco es liso, de color grisáceo claro, y tiene la apariencia de una columna flexible y cimbreante, ligeramente fusiforme, que engruesa ligeramente a media altura para luego volver a adelgazar. El diámetro del tronco puede alcanzar los 50 o 60 centímetros. Posee un penacho terminal de hojas que alcanzan hasta los 6 metros de largo. Las hojas tienen en su base un peciolo envainador o “yagua” muy grande y liso que envuelve el tronco. Son pinnadas y sus foliolos o pinnas, muy numerosos, siendo bífidos en el ápice y de color verde oscuro brillante. La inflorescencia se despliega en espádice ramificado dos o tres veces consecutivas y se abre, envuelta en una espata de su misma longitud, debajo de la base de la yagua de la hoja más vieja. Las flores son sésiles, lanceoladas, con 5 tépalos externos y 5 internos, teniendo en cuenta que los internos en la flor femenina son valvares. El número de estambres ronda entre 6 y 9. El ovario tiene tres cavidades y está rodeado por una cúpula de seis dientes. Los estigmas son tres, sésiles. El fruto o palmiche es una baya ligeramente alargada, de unos 10 milímetros de longitud y de unos 9 milímetros de ancha, de color violáceo y que contiene sólo una semilla.
  
     Es nativa del sur de la Florida, Belice, Bahamas, Puerto Rico, Cuba, Honduras y de algunas regiones de México y de las Islas Caimán. Hoy está plantada en todos los países de la zona intertropical y en varias regiones se ha asilvestrado. Se encuentra en los llanos cultivados cubanos como principal remanente de los bosques semicaducos que era la vegetación predominante en Cuba y también crece en terrenos montañosos fértiles y húmedos, siendo a veces más abundante en la vegetación secundaria. Al igual que en otros países americanos, la mayoría de estos árboles suele sembrarse en los cañaverales de azúcar a lo largo de los caminos de interiores para delimitar parcelas y servir de orientación por ser fáciles de distinguir a la distancia.

     La palma real tiene muchos usos, además de su popular cultivo en jardinería. El tronco proporciona tablas para los "bohíos" o casas campesinas. Las grandes hojas o pencas conocidas como guano sirven para techar casas. Con las espatas florales se hacen "catauros", que son como cestas no tejidas. Las vainas foliares o "yaguas" sirven para envolver las hojas curadas del tabaco en tercios y antes también eran muy usadas para hacer las paredes de los bohíos. Sus flores son una importante fuente de alimento para las abejas. Su fruto, el palmiche, cuelga muy abundantemente en racimos y brindan excelente alimento para los cerdos. Los racimos ya secos son útiles como escobas rústicas. El cogollo tierno puede servir como alimento llamado en Cuba "palmiche". La floración y fructificación ocurre a lo largo de todo el año y cada palma puede dar de 2 a 8 racimos de palmiche de por lo menos 23 kilogramos (aunque se han constatado palmiches de hasta 92 kilogramos) cada uno al año. El palmiche puede ser fuente de aceite para fabricar jabón. En Cuba se usa la raíz en cocimiento como diurético, para expulsar piedras en la orina, para el tratamiento de la diabetes, y se dice que tiene propiedades emolientes.

     La palma real fue elegida como el árbol nacional en Cuba por ser el más numeroso de sus árboles, por ser la especie más notoria de sus paisajes, por su belleza, por su utilidad y por estar representada en el escudo nacional. Es un árbol sagrado para una de las religiones más difundidas en Cuba, la Regla de Ocha, Santería o Regla de los Orishas (es decir regla de los dioses). Esta religión es originaria de los Yoruba, etnia africana de la región del golfo de Guinea en África occidental. En Cuba esta religión fue transmitida junto con sus portadores, los africanos esclavizados. Al tiempo que fue cubanizándose y sincretizándose con otros elementos religiosos, se fue convirtiendo en la religión más difundida entre los descendientes de africanos en Cuba sin importar el origen étnico. Hoy entre sus creyentes pueden hallarse todos los colores de piel.

     La palma real es llamada "alabbi", en yorubá, idioma ritual de esta religión en Cuba. Este árbol, que es el preferido de los rayos, es uno de los atributos que representan a Changó. Este orisha sincretiza en Cuba con Santa Bárbara (de la religión Católica Apostólica Romana), y es el dios del fuego, del rayo, de la guerra y los tambores, y uno de los que reciben mayor devoción. Las ofrendas a Changó suelen colocarse al pie de la palma. Sus hojas verdes sirven también para construir dentro de la "Casa de Santo" la choza donde el iniciado de Oggún (orisha de la guerra, el hierro y la forja) recibe homenajes después de la consagración. Proveniente de Islas Canarias, existe en algunos lugares de Cuba la costumbre de azotar los árboles que no dan frutos usando escobas de racimos de palma, al tiempo que se le profieren amenazas e injurias.

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